
Este Informe Discriminación y Comunidad Gitana 2024 marca un hito importante en la historia de nuestra organización y de nuestra lucha por la igualdad de trato: se cumplen 20 años desde la publicación del primer informe, así como desde el inicio del trabajo especializado de la Fundación Secretariado Gitano en la atención a la discriminación y el antigitanismo en España. Durante estas dos décadas, nuestros informes anuales se han convertido en una herramienta esencial para visibilizar la discriminación que, lamentablemente, sigue afectando a las personas gitanas en múltiples aspectos de la vida cotidiana.
A lo largo de estos 20 años, hemos documentado miles de casos de discriminación (en concreto, 4.608 casos), en los que hemos proporcionado asistencia y acompañamiento a las víctimas. Este esfuerzo ha permitido visibilizar situaciones de vulneración de derechos, así como las lagunas institucionales existentes para abordarlos de manera correcta, pero también ha contribuido a impulsar cambios significativos, tanto a nivel legal como social. Este aniversario es, por tanto, una oportunidad para visibilizar los logros alcanzados gracias a nuestra metodología de trabajo en la atención a los casos de discriminación, pero también para reflexionar en torno a los grandes desafíos pendientes para combatir del antigitanismo.
El informe de este año no es solo un testimonio de los casos de discriminación que seguimos documentando, sino también un espacio para abordar el camino recorrido desde que la Fundación comenzó a trabajar de manera específica los casos de discriminación y a publicar estos informes. En este contexto, hemos invitado a expertos de distintos ámbitos para que aporten su visión sobre los cambios experimentados en estas dos décadas. Académicos, defensores de los derechos humanos, compañeros de la FSG y representantes de instituciones y de organizaciones internacionales reflexionan sobre la evolución del tratamiento del antigitanismo en España, sobre los logros alcanzados y sobre los retos que aún persisten.
Uno de los principales avances que hemos observado es el aumento en la visibilidad y en la comprensión del antigitanismo como una forma específica de racismo. Hace 20 años, la discriminación contra la comunidad gitana solía ser ignorada o normalizada. Hoy, gracias al trabajo continuo de la Fundación Secretariado Gitano y de otras entidades, hemos logrado que la normativa antidiscriminatoria se desarrolle y que el antigitanismo sea incorporado en nuestras leyes y reconocido como un problema estructural que requiere de políticas y acciones específicas para ser erradicado.
Estos avances también se han traducido en una especialización cada vez mayor de nuestra organización en el abordaje de la discriminación. De una intervención casi rudimentaria y sin recursos específicos para ello, hemos pasado a coordinar el Servicio de Asistencia a Víctimas del Consejo para la Eliminación de la Discriminación Racial o Étnica (CEDRE), lo que llevamos haciendo desde el año 2013 y a tener una línea de trabajo específica de litigios estratégicos, así como un programa financiado por el FSE+ con profesionales especializadas en la atención a víctimas, como lo fue hasta finales de 2023 el Programa Calí, por la Igualdad de las Mujeres Gitanas, o de manera más específica, desde enero de este año 2024, con el Programa Igual Trato, por la no discriminación de las personas gitanas, con el que se han incorporado en nuestros equipos territoriales once juristas gitanas y gitanos.
Sin embargo, a pesar de estos avances, los datos obtenidos en nuestra intervención en los casos de discriminación, siguen mostrando una realidad preocupante: las personas gitanas siguen enfrentándose a situaciones de graves vulneraciones de derechos humanos y de discriminación en todos los ámbitos de la vida: desde la educación hasta el empleo, pasando por la salud, la vivienda y el acceso a bienes y servicios. Aunque el número de casos atendidos ha aumentado, lo que muestra una mayor conciencia y empoderamiento por parte de las víctimas, los casos de discriminación persisten, señal de que el camino hacia una igualdad plena está lejos de ser alcanzado.