La Fundación Secretariado Gitano (FSG) publica, tal y como viene haciendo todos los años desde 2005, su XVI Informe Anual “Discriminación y Comunidad Gitana”, a fin de seguir visibilizando la discriminación, el antigitanismo y las vulneraciones del derecho a la igualdad de trato que siguen sufriendo las personas gitanas en nuestro país. Este año el informe se centra en la discriminación en el ámbito del empleo, al coincidir con el 20º Aniversario del programa Acceder que estamos celebrando este año en la FSG. Este programa, reconocido como buena práctica por la Comisión Europea, se puso en marcha en el año 2000 con el objetivo de promover el acceso al mercado laboral por cuenta ajena de la población gitana.
Para la FSG tiene mucho sentido vincular el Acceder con la lucha contra la discriminación, dado que este enfoque estuvo en el origen de la puesta en marcha de este programa hace 20 años. En efecto, no es casualidad que ese programa fuese financiado, en sus inicios, con cargo al Programa Operativo de Lucha contra la Discriminación del Fondo Social Europeo. Para nuestra entidad el empleo es y sigue siendo uno de los mejores vehículos para alcanzar la igualdad real de oportunidades y el disfrute efectivo, y sin discriminación, de todos los derechos humanos por parte de la comunidad gitana. Así lo hemos podido comprobar al ver el impacto que ha tenido este programa en las 31.981 personas que han logrado un empleo hasta 2019, no sólo en sus vidas, sino en las de sus familias.
Pero si el empleo es un vehículo fundamental para transformar la vida de las personas y garantizar la materialización de la igualdad de trato, la discriminación sigue siendo una de las trabas que impiden que muchas personas gitanas accedan al mercado de trabajo. Así se ha podido comprobar desde el Departamento de Igualdad y Lucha contra la Discriminación de la FSG, tal y como se explica en el Capítulo “A Fondo” de este informe, donde han documentado un número importante de casos en los que las empresas, los empleadores u otros trabajadores han dispensado un trato menos favorable a personas gitanas con base, únicamente, a su origen étnico. Esta es una lacra que debe combatirse con recursos desde las instituciones competentes. Es más: toda política encaminada a mejorar la empleabilidad de las personas gitanas debe incorporar, entre sus objetivos, medidas efectivas para combatir la discriminación en el ámbito laboral.
Este año hemos tenido la fortuna de contar, para la elaboración de este informe, con las aportaciones de tres personas expertas que, con sus artículos, arrojan luz sobre cómo se puede luchar de manera efectiva contra la discriminación en este ámbito: Mª Lourdes Arastey Sahún, Magistrada de la Sala de lo Social del Tribunal Supremo; Arantxa Zaguirre, abogada experta en el ámbito laboral y la lucha contra la discriminación; y Rubén Herranz González, Adjunto Confederal de Política Social del sindicato Comisiones Obreras. A todas estas personas queremos expresar nuestro agradecimiento por aportar su conocimiento y experiencia a este informe y, más ampliamente, a nuestra misión de la lucha contra la discriminación y el antigitanismo.
Al igual que hemos hecho en todos los informes anuales, hemos recogido todos los casos atendidos en 2019 y en los que, tras nuestra intervención experta y análisis jurídico, hemos podido confirmar que se trataba de un incidente discriminatorio o de odio antigitano. Este año se puede encontrar un resumen de los casos en la versión en papel del informe; y el relato detallado de los hechos, la intervención y el resultado, en la versión digital que puede encontrarse en nuestra página web www.gitanos.org. Además, en los próximos meses pondremos en marcha una base de datos online con la información contenida en los dieciséis informes anuales de Discriminación y Comunidad Gitana publicados por la FSG.
En esta edición el número total de casos asciende a 425, frente a los 334 que se documentaron el año pasado. Es importante precisar que este incremento se debe, en parte, a un cambio metodológico, dado que por primera vez hemos decidido incluir entre los casos los mensajes de odio antigitano detectados en redes sociales y reportados en el ciclo de monitoreo del Código de Conducta de la Comisión Europea sobre discurso de odio en Internet, ámbito en el que en la FSG es considerada como trusted flagger (o informante fiable), lo que supone en la práctica, contar con una canal privilegiado de denuncia en las redes sociales. Por otro lado, este año hemos documentado bastantes menos casos en medios de comunicación que en el año anterior -lo cual muestra los avances logrados por los principales medios de comunicación en 2019-, pero en cambio ha habido un incremento importante de casos con víctimas directas en algunos ámbitos, como el acceso a bienes y servicios, lo que sin duda demuestra que nuestros/as participantes están cada vez más capacitados para reconocer las situaciones de discriminación y denunciarlas.
En este ámbito es indiscutible el papel que vienen desempeñando en muchos territorios desde 2016 nuestras Técnicas de Igualdad, en su inmensa mayoría mujeres gitanas, del programa Calí, por la igualdad de las mujeres gitanas. La incorporación de este perfil profesional ha supuesto una mejora, no sólo en la atención a las víctimas de discriminación y antigitanismo, sino en el conocimiento por parte de las personas gitanas de sus derechos frente a la discriminación. Además, su enfoque interseccional nos permite dar una atención mucho más especializada a los casos en los que la discriminación se produce no sólo por la pertenencia étnica, sino por la condición de mujeres o niñas de las víctimas, como ha ocurrido este año en ámbitos tales como el discurso de odio antigitano y de género, el hostigamiento a mujeres en centros comerciales o el acoso escolar y otras formas de discriminación sufridas específicamente por niñas gitanas.
Este año hemos seguido apostando por el litigio estratégico como metodología para lograr resoluciones judiciales favorables para víctimas de discriminación y antigitanismo, mejorar la respuesta de los tribunales y su jurisprudencia en estos casos y sensibilizar a todas las autoridades y a la sociedad en su conjunto del impacto humano de la discriminación y de la importancia de tomar medidas para atajarla. En el Capítulo sobre Litigios Estratégicos damos buena cuenta de ello, de los fracasos y de los éxitos procesales y de los casos en los que, aun no habiendo logrado una sentencia condenatoria, nos sentimos satisfechos por haber sentado en el banquillo a los perpetradores de incidentes discriminatorios. El litigio es una carrera de fondo, muy lenta en muchas ocasiones, pero también es una herramienta muy poderosa gracias a la cual, poco a poco, vamos logrando cambios importantes.
Aunque este informe verse sobre los casos atendidos a lo largo de 2019, no puedo dejar de referirme a la pandemia generada por el COVID-19 en la que nos encontramos inmersos en la actualidad y en el impacto que está teniendo en la discriminación y el antigitanismo. Nos preocupa hondamente que esta crisis sanitaria, económica y social está generando nuevas formas de discriminación, estigmatización y discurso de odio contra la comunidad gitana. También nos genera mucha inquietud que esta crisis pueda suponer un retroceso en el ejercicio de los derechos de quienes sufren esta lacra.
Esta situación subraya, más si cabe, la necesidad de que nuestro ordenamiento jurídico cuente, al fin, con una Ley integral de igualdad de trato y no discriminación que nos permita responder debidamente a las distintas formas de discriminación y antigitanismo y, sobre todo, que otorgue a las víctimas un recurso efectivo cuando sufren vulneraciones a sus derechos motivadas por su origen étnico. Nuestro país no se puede seguir permitiendo esta importante laguna en su normativa.
Para terminar, agradecer enormemente a las instituciones que nos han apoyado para la elaboración de este informe. En este sentido, agradecemos tanto al Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, por apoyar económicamente la publicación y difusión del informe (a través de la Convocatoria 2019 del IRPF – Por solidaridad, otros fines de interés social), como al Ministerio de Igualdad y al Consejo para la Eliminación de la Discriminación Racial o Étnica, que también contribuyen al trabajo que realizamos desde la FSG frente a la discriminación que sufren las personas gitanas.
Y, por supuesto, como siempre, nuestro mayor agradecimiento se dirige a todas y cada una de las víctimas de discriminación y antigitanismo, por la confianza depositada en la FSG y por la valentía a la hora de denunciar sus casos.
Pedro Puente
Presidente de la Fundación Secretariado Gitano