
Un año más, y por decimoquinto año consecutivo, la Fundación Secretariado Gitano (FSG) publica su Informe anual sobre Discriminación y Comunidad Gitana, con datos relativos a los casos de discriminación y antigitanismo documentados y atendidos por la organización a lo largo del año 2018. Este informe, al igual que todos los anteriores, se enmarca en el área de trabajo de la FSG de promoción de la igualdad de trato de la comunidad gitana, área en el que llevamos muchos años esforzándonos para que se produzcan mejoras en la lucha contra la discriminación y lograr, en definitiva, poner fin a una lacra que impide y ha impedido históricamente la realización efectiva de todos los derechos humanos por parte de las personas gitanas.
A lo largo del año 2018 la FSG, con el liderazgo y coordinación del Departamento de Igualdad de Trato y Lucha contra la Discriminación -que ha estado dirigido, hasta mayo de 2019, por Sara Giménez, ahora sustituida por Cristina de la Serna-, ha recogido, investigado y atendido 334 casos de discriminación y antigitanismo, lo que supone un notable aumento en relación a los 232 casos que se documentaron en la edición anterior. Entendemos que esto se debe, por un lado, al buen trabajo de las técnicas de igualdad y muchos otros compañeros y compañeras que trabajan desde los territorios en la detección de los casos. Por otro lado, también creemos que es el resultado del empoderamiento de muchas personas gitanas en el ejercicio de sus derechos cuando son víctimas de discriminación, ámbito en el que también llevamos años contribuyendo desde la Fundación.
En cualquier caso y, aunque haya habido un aumento importante de los casos documentados, hay que resaltar que la infradenuncia sigue estando muy extendida entre las víctimas de discriminación, por lo que esos 334 casos no son representativos del nivel de discriminación y antigitanismo que siguen enfrentando las personas gitanas en nuestro país. Ahora bien, sí son una buena muestra de lo que supone esta lacra en la vida diaria de muchas personas gitanas y vienen a demostrar, una vez más, la necesidad de que se apruebe una Ley integral para la igualdad de trato y la no discriminación que regule debidamente todas las conductas discriminatorias.
Uno de los ámbitos en los que esta Ley es especialmente necesaria es en el del derecho a la vivienda, el cual es precisamente el tema en el que hemos decidido centrar el foco de este XV Informe Anual. Y es que si hay un tipo de discriminación que lamentablemente lleva repitiéndose desde que empezamos a publicar informes sobre discriminación y comunidad gitana hace quince años es el de la negativa de particulares a alquilar viviendas que son de su propiedad a personas gitanas, simplemente por su origen étnico. Pues bien, este es uno de los incidentes discriminatorios que no encuentra encaje en la legislación española vigente; como pasa con muchos otros casos, las víctimas carecen de cauces legales efectivos para denunciar y ser resarcidas cuando les ocurre esto. En el Capítulo “A Fondo” de este informe se puede encontrar más información sobre este tipo de casos de discriminación, tanto en lo que respecta a la comunidad gitana (ver artículo que hemos preparado desde la FSG), así como a otros grupos que sufren discriminación étnica o racial (ver artículo a cargo de Mikel Mazkiaran).
Todas estas barreras en el acceso a la vivienda que enfrentan las personas gitanas suponen una vulneración en materia de derechos humanos porque, como bien explica Sonia Olea, jurista experta en la materia, en su artículo de este mismo capítulo, la vivienda es un derecho humano, de cuyo disfrute depende además el ejercicio real de muchos derechos.
Además, otra problemática relacionada con el acceso al derecho a la vivienda tiene que ver con las vulneraciones de derechos que a veces tienen lugar en algunos de los enclaves donde residen muchas personas gitanas, como lo son los desalojos forzados sin respetar el principio de legalidad. En efecto, en 2018 tuvimos oportunidad de llevar a los tribunales uno de estos desalojos en representación de una familia gitana en la Cañada Real Galiana, litigio que resultó exitoso al dictaminarse judicialmente que se habían vulnerado los derechos fundamentales de la familia y de sus tres hijos pequeños. Este caso también viene detallado en el Capítulo A fondo, con un artículo de Rafael Cid, el abogado que intervino como letrado con el apoyo de la FSG.
Este caso demuestra la importancia de utilizar el litigio estratégico como herramienta de defensa de los derechos de las personas gitanas y del principio de no discriminación, y conforma uno de los veinte casos en los que hemos emprendido acciones legales a lo largo de 2018. En efecto, este año el informe incorpora como novedad un Capítulo sobre los litigios estratégicos emprendidos en casos de discriminación, delitos de odio y antigitanismo, en el que se describen todos estos casos y las lecciones que se pueden extraer.
Como otros años, también hemos seleccionado los casos más graves de discriminación contra la comunidad gitana y de antigitanismo que han tenido lugar en el año 2018 en otros países de Europa, así como las buenas prácticas, avances y jurisprudencia nacional y europea que han ayudado a combatir la discriminación étnica a lo largo de ese año.
Esperamos que este informe sirva para dar visibilidad a la discriminación contra la comunidad gitana y el antigitanismo, que lamentablemente se sigue dando en España y otros países de Europa, y que también sirva para mejorar la respuesta que se da desde las leyes y las instituciones a estas vulneraciones de derechos.
Finalmente, agradecemos enormemente a las personas e instituciones que nos han apoyado para la elaboración de este informe. En cuanto a las instituciones, agradecemos tanto al Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, por apoyar económicamente la publicación y difusión del informe, como al Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes e Igualdad, que también contribuye al trabajo que realizamos desde la FSG frente a la discriminación que sufren las personas gitanas. También queremos agradecer a todos y cada uno de los trabajadores y trabajadoras de la FSG que han documentado casos y atendido a las víctimas, así como a los autores y a las autoras de los artículos del Capítulo A Fondo.
Y, por supuesto, nuestro mayor agradecimiento se dirige a todas y cada una de las víctimas de discriminación y antigitanismo, por la confianza depositada en la FSG y por la valentía a la hora de denunciar sus casos.
Pedro Puente
Presidente de la Fundación Secretariado Gitano