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2018

Un año más la Fundación Secretariado Gitano (FSG) presenta su XIV Informe sobre Discriminación y Comunidad Gitana. Cumplimos catorce años en la realización de esta publicación cuyo objetivo principal es continuar visibilizando y denunciando la discriminación que lamentablemente sigue padeciendo la comunidad gitana. El informe relata 232 casos de discriminación en los que hemos asistido a 278 personas, analiza de forma especializada un tema central, la discriminación interseccional, etc. con una especial atención a la situación de las mujeres gitanas, e incluye avances y buenas prácticas en esta materia.

Tenemos que tener en cuenta el contexto actual en el ámbito de la lucha contra la discriminación, esa discriminación cotidiana que visibilizamos año tras año con este informe y que afecta a la comunidad gitana. Se trata de un rechazo que parece que perdura en el tiempo y se traduce en negar el acceso al empleo, la vivienda, el acceso a bienes y servicios, el discurso antigitano en los medios de comunicación e internet, etc. Hechos que junto a lesionar la dignidad humana, impiden el ejercicio de otros derechos humanos que son imprescindibles para el desarrollo de una vida digna. Pensemos en nosotros mismos, ¿cómo sería nuestra vida si nos hubieran escolarizado en un centro segregado, y si al buscar empleo no se nos permitiera hacer una entrevista de trabajo por nuestros apellidos, si al querer comprar o alquilar una vivienda nos dijeran que no están disponibles, si al ir a un supermercado tuviéramos detrás al guardia de seguridad? Lamentablemente no son situaciones puntuales a las que se enfrentan muchas personas gitanas en nuestro país, sino cotidianas.

Lo expuesto anteriormente visibiliza una gran grieta en el ejercicio del derecho a la Igualdad, algo que ninguna sociedad debe tolerar. Nuestra sociedad además de ser pionera en tecnología, industria, economía, etc., debe lograr serlo en la garantía de los derechos fundamentales. Para ello, es preciso sensibilizar a nuestra sociedad respecto a determinados grupos de población sobre los que prevalecen los prejuicios y estereotipos. Es vital que se conozca la realidad heterogénea de los gitanos/as, que los libros de texto incluyan curricularmente a esta minoría y junto a ello, es esencial que la legislación sea complementada en esta materia.

Es el momento idóneo para impulsar el Consejo para la Eliminación de la Discriminación Racial o Étnica y que nuestro Estado cumpla con las recomendaciones que nos están realizando desde diversos organismos europeos en materia de lucha contra la discriminación, aprobar un marco general contra la discriminación, trasponer adecuadamente las directivas europeas en esta materia y ser avanzados en derecho antidiscriminatorio, incluyendo el antigitanismo, la discriminación interseccional. Asimismo se debe dotar a las víctimas de un sistema de protección efectivo ante los hechos discriminatorios que no constituyan un delito. Por ello, hay que impulsar que la Ley integral de Igualdad sea aprobada, logrando un consenso de todos los partidos políticos. Al hablar de derechos fundamentales, los colores políticos no deben condicionar, estamos en un marco de protección que nos une a todos y todas. Es el momento de educar a nuestra sociedad en tolerancia, ello implica sensibilizar, prevenir y sancionar los comportamientos discriminatorios.

Por otro lado, tenemos que mirar el contexto europeo, donde las ideologías políticas extremas están ganando espacio en numerosos países (Italia, Francia, Alemania, Hungría, Eslovaquia, Bulgaria, Austria, etc.) utilizando discursos políticos que atentan contra los derechos humanos de los grupos más desfavorecidos, discursos populistas que tienen fácil calaje en la sociedad pero implican un contexto ideológico preocupante que si recordamos los hechos lamentables de nuestra historia han tenido consecuencias atroces para los gitanos/as, inmigrantes, homosexuales, personas con discapacidad, pueblo judío, etc. Por ello, es vital una respuesta firme por parte de las instituciones europeas y defender los principales valores que nos han construido como una Europa avanzada, cohesionada y respetuosa con los derechos fundamentales.

Junto a ello, debemos ser conscientes de la situación en las que se encuentran las personas que son víctimas de discriminación; tenemos un importante problema estatal y europeo de infradenuncia, tal y como establece el estudio “Segunda encuesta de la Unión Europea sobre las minorías y la discriminación (EU-MIDIS II)” de la Agencia por los Derechos Fundamentales (FRA) en el que consta que el 90% de las personas discriminadas no denuncian. Ante ello, es vital informar en el ejercicio de sus derechos y acompañarlas durante todo el proceso, porque la asimilación de la discriminación, los miedos y la falta de confianza en el sistema de protección de sus derechos prevalecen en las personas que son discriminadas. Tenemos una importante tarea, en la que podemos tomar como referencia la atención de las víctimas de la desigualdad y de la violencia de género, hacer que las personas confíen en el sistema, informarlas, acompañarlas, defenderlas y lograr su resarcimiento. Este año nos complace comprobar cómo gracias al acompañamiento que ofrecemos con nuestras técnicas de igualdad, estamos logrando mayor empoderamiento de las personas gitanas, incluso para la acción de denuncia de los casos de discriminación con motivación antigitana ante los tribunales competentes y fiscalías de delitos de odio y discriminación.

Al hablar de las víctimas, este año hemos querido analizar la discriminación interseccional, deteniéndonos en la situación de las mujeres gitanas, dado que nacemos con una doble condición, mujeres y gitanas, que nos sitúa en una especial desventaja en lo que respecta al ejercicio del derecho a la Igualdad. Concepto que tenemos que trabajar, discriminación que hay que saber identificar y que el sistema legislativo debe contemplar y saber dar respuesta.

Como otros años, analizamos los avances y buenas prácticas a destacar en esta materia, que son una buena guía de referencia del camino que se está trazando desde distintos actores (públicos, privados y entidades sociales). Además, resaltamos la reciente jurisprudencia en materia de discriminación y delitos de odio, en la que analizamos diversos pronunciamientos del Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

Un año más queremos agradecer la implicación de todas las personas e instituciones que han colaborado en la realización de este Informe. En primer lugar, a los trabajadores y trabajadoras de la FSG que desde sus centros de trabajo se implican en la recogida y seguimiento de los casos y ofrecen apoyo a las víctimas de discriminación.

En segundo lugar, al Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad (ahora Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes e Igualdad), que un año más sigue respaldando y apoyando económicamente las acciones que desde la FSG desarrollamos en la promoción de la igualdad de trato hacia la comunidad gitana.

Finalmente, queremos agradecer la colaboración ofrecida por Soraya Post y Tania Sordo por sus interesantes artículos de análisis, y a todos los y las profesionales que con su trabajo diario contribuyen a la defensa de la Igualdad. Junto a ello, un especial agradecimiento a todas las víctimas de discriminación étnica que han depositado su confianza en nuestra entidad durante 14 años, y que nos han pedido ayuda para ejercer la defensa de sus derechos. Por todo ello, la FSG va a continuar trabajando de forma contundente, impulsando la defensa del derecho a la Igualdad y la lucha contra el antigitanismo.

Sara Giménez Giménez
Abogada. Directora Dpto. Igualdad y Lucha contra la Discriminación.
Fundación Secretariado Gitano.