Introducción
El Plan Director del cuerpo de Policía Municipal de Madrid, asume que una de las principales amenazas de las sociedades diversas son las conductas de intolerancia y discriminación. Estas conductas que han venido a denominarse delitos de odio, constituyen unas de las principales preocupaciones para la seguridad y la convivencia ciudadana por su impacto en las víctimas, en los colectivos, y especialmente porque dañan uno de los cimientos de la Constitución Española que es el modelo de convivencia plural y diversa. En el espacio europeo se realizan esfuerzos para señalar estos delitos, con el objeto de establecer los recursos y medios más adecuados para su erradicación, y es de acuerdo con la necesidad de abordar estos incidentes por el que la Comisaría de Gestión de la Diversidad del Cuerpo de Policía Municipal de Madrid viene prestando sus servicios desde 2017. Desde la fundación de la Comisaría de Gestión de la Diversidad en la que uno de los principales centros de interés ha sido propiciar un diálogo permanente con el tejido que componen entidades, fundaciones o asociaciones, que representan a aquellos colectivos vulnerables que sufren delitos de odio. Una de estas entidades de singular relevancia es la Fundación Secretariado Gitano con quien el Cuerpo de Policía de Madrid mantiene un convenio de colaboración desde mayo de 2019.
Antigitanismo, islamofobia, antisemitismo, aporofobia o LGTBIfobia, son conceptos que identifican diferentes formas de rechazo a la diversidad humana, y que son observables a través de acciones, retóricas o discursos, que no sólo representan un potencial ataque a derechos fundamentales, sino que pueden resignificar los espacios públicos de la ciudad como espacios del miedo y de prejuicio, y quebrantar la convivencia en los barrios. Este riesgo fue identificado en marzo de 2019.
Escalada del conflicto
El día 20 de marzo de 2019 Madrid se despertaba con titulares de prensa que coincidían en informar sobre unos sucesos inquietantes: “Segundo dia de disturbios en Vallecas frente a la casa del presunto asesino de un vecino”. Estos disturbios estaban relacionados con el apuñalamiento mortal que se había producido, en El Pozo, el domingo anterior. Aquella agitación inicial mostraba una respuesta que desbordaba cualquier expresión colectiva o vecinal de rechazo o de indignación por la muerte violenta de un vecino del barrio y tuvo como primeros respondientes de contención al Cuerpo de Policía Municipal Madrid a través de la UAS (Unidad de Apoyo a la Seguridad) y la UIP del Cuerpo Nacional de Policía.
La primera percepción inquietante de estos incidentes, es que amenazaban con escalar, lo que demandó el diseño de un operativo de alta visibilidad preventiva durante el tiempo que fuera necesario, con una finalidad disuasoria frente a cualquier acto de violencia. Aquel dispositivo lo coordinó la Comisaría Integral de Distrito de Puente Vallecas y se mantuvo hasta el mes de junio, cubriendo las veinticuatro horas del día, implicando a patrullas del propio distrito, distritos cercanos, indicativos de la UAS, patrullas de la Comisaría de Refuerzo e indicativos de la Comisaría de Gestión de la Diversidad.
Expresiones de antigitanismo
Gracias a la estrecha comunicación que siempre ha habido entre Fundación Secretariado Gitano y el Cuerpo de Policía Municipal de Madrid, informaron de la proliferación de pintadas antigitanas en el barrio de Vallecas donde se había producido el apuñalamiento. Esto alertó a la Comisaría de Gestión de la Diversidad porque si se confirmaba la existencia de estas esas pintadas, el conflicto daba un giro inquietante al ser un indicador de que podría estar reproduciéndose un fenómeno de alto riesgo para la convivencia. Las pintadas registradas eran un indicador muy potente de que se estaba traspasando esa fina linea de la indignación colectiva a raíz de un hecho violento, por la muy peligrosa “culturalización del conflicto” y de la imputación de ese hecho [la muerte violenta de un vecino] a “los gitanos” como colectivo. Si bien la “culturalización del conflicto” (Gómez y Martínez, 2014) se explica como un fenómeno que se produce cuando una de las partes del conflicto es migrante, en este caso opera de una forma similar cuando, paradójicamente, a nuestros vecinos gitanos se les sitúa en esa misma “otredad” que al extranjero. Para entender esto hay que observar como este tipo de sucesos son aprovechados por algunas personas o grupos que sin tener un peso en la comunidad, aparecen en la escena pública capitalizando la protesta para hacer valer sus mensajes de prejuicio y racistas (Cachón L., 2008).
Difundir mensajes, expresiones o retoricas que pretendan señalar como responsables de la violencia, del miedo o de la inseguridad en los barrios a “los gitanos”, es la semilla del prejuicio que hostiliza la convivencia, y es la antesala de los delitos de odio que son sobre todo delitos de prejuicio. Escuchada la denuncia de la Fundación Secretariado Gitano, la Comisaría de Gestión de la Diversidad abrió cinco expedientes de pintadas que confirmaban estas retóricas de antigitanismo. Una vez registradas las pintadas se procedió a su inmediato borrado a través de los servicios de SELUR. El 8 de abril de 2019, día internacional del pueblo gitano, y en medio de aquella escalada del conflicto en Vallecas, se celebró el “II Encuentro Usera Antirumores” en la que se mostraron metodologías para la superación del antigitanismo. Entre otras ponencias participó la Comisaría de Gestión de la Diversidad quién señaló que, más allá de la acción penal, la herramienta más importante contra los discursos de odio son las “contra-narrativas” de la propia sociedad frente a las retóricas de antigitanismo.
Conclusiones
En resumen, se puede concluir que aquellas semanas convulsas confirmaron que existen indicadores o elementos en los incidentes críticos o conflictos en los barrios a los que instituciones, ciudadanía, equipos técnicos de intervención social, y medios de comunicación han de prestar atención. Se trata de identificar, a tiempo, las retóricas antigitanas o racistas que surgen oportunístamente a raíz de incidentes o conflictos con el objeto de culturalizarlos, imputándoselos no al individuo responsable, sino a un colectivo o grupo social dando lugar a esa peligrosa construcción de la oposición lexical pronominal de un “nosotros” (los vecinos), enfrentados a un “ellos” (los gitanos) (Van Dijk, T. 1994). Se trata de identificar a tiempo este punto de ignición que, en no pocas ocasiones, se alimenta del tratamiento sensacionalista de algunos medios y redes sociales, y ser conscientes del riesgo que supone perder el relato de la convivencia (siempre en disputa), por el de la hostilidad y el prejuicio. No podemos olvidar que en la organización del odio y sus retoricas, lo fundamental y la finalidad del emisor, es intentar lograr un alineamiento del que se espera una respuesta visceral de odio “comunal” (Ahmed S., 2017). Es por ello que desde el grupo de Racismo y Xenofobia de la Comisaría de Gestión de la Diversidad, tenemos presentes dos claves que creemos fundamentales: la recomendación 4 de la ECRI relativa a lucha contra el discurso de odio, que insta a luchar contra estas retóricas mediante el “contra discurso” y la necesidad de impulsar el trabajo comunitario y de mediación intercultural en los barrios, que promuevan espacios de participación, convivencia e intercambio entre los vecinos de los distritos de Madrid (Giménez, C.2009). Ahmed S. (2017) “La política cultural de las emociones” Universidad Nacional Autónoma de México. Centro de Investigaciones y Estudios de Género. México.
Jose Luis Berrón Velasco
Policía del grupo de Racismo y Xenofobia de la Comisaría de Gestión de la Diversidad. Policía Municipal de Madrid.
Bibliografía
Cachón, L (2008) “Conflicto e inmigración en Europa: una primera aproximación comparativa” En CACHÓN (dir) Conflictos e inmigración: experiencias en Europa. Área de Gobierno de Seguridad y Movilidad. Coordinación General de Seguridad. Observatorio de Seguridad Ayuntamiento de Madrid. Capítulo 12; pp. 385-461. Gómez, P. Y Martínez, M.A. (2014): “Deconstrucción y recontextualización de situaciones conflictivas en contextos locales de migración”; en Periferias, fronteras y diálogos. Actas del XIII Congreso de Antropología de la Federación de Asociaciones de Antropología del Estado Español. Universitat Rovira i Virgili. (págs. 85-105). Giménez, C. (2009): “El impulso de la convivencia ciudadana e intercultural en los barrios europeos: marco conceptual y metodológico”. Documento final. Red CIEN (35 páginas). Van Dijk, T. (1994): “Discurso, poder y discriminación”. En Cuadernos. Nº 2, Año 2. Octubre de 1994. Universidad del Valle. Maestría en Lingüística. Escuela de Ciencia del Lenguaje y Literaturas.; pp. 23-55 (conferencia nº 2).