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Las recomendaciones de ECRI sobre el antigitanismo

2016: Análisis del antigitanismo

La Comisión Europea contra el Racismo y la Intolerancia (ECRI) es un organismo de derechos humanos del Consejo de Europa, compuesto por expertos/as independientes, que hacen un seguimiento de los casos que se dan en los 47 países del Consejo de Europa basados en el racismo, la xenofobia, el antisemitismo, la intolerancia y la discriminación por motivos tales como la «raza», la nacionalidad, el origen étnico, la religión o el idioma; prepara informes y formula recomendaciones a los Estados1 miembros, y vela por el cumplimiento de las mismas con informes periódicos sobre cada Estado.2

Una de estas recomendaciones, la nº 3, se refiere a la prevención del racismo contra los gitanos y gitanas. Se redactó en 1998, lo cual es un indicador de que ya en esa época el Consejo de Europa había detectado el preocupante auge del antigitanismo en Europa, y da algunas orientaciones generales sobre cómo combatir este tipo de racismo.3

Años después, en 2011, tras los graves incidentes de romafobia ocurridos en diversos países europeos en la primera década del siglo XXI, ECRI decidió redactar una segunda recomendación mucho más detallada, donde por primera vez se utiliza la palabra “antigitanismo”.

Esta Recomendación de Política general nº 13, sobre la lucha contra el antigitanismo y las discriminaciones contra los romaníes/gitanos4 es un documento mucho más elaborado, con medidas concretas para prevenir y combatir la discriminación en ámbitos como la educación, el empleo, la vivienda, la salud, los delitos de odio, los servicios policiales, los discursos antigitanos en los medios de comunicación, el acceso a bienes y servicios, y el discurso de odio en internet, además de otras medidas complementarias. Es un documento que expone de forma clara el efecto que la discriminación tiene en muchos ámbitos de la vida de las personas gitanas, mostrando el vínculo del antigitanismo con la situación de desventaja y de desigualdad que sufre el pueblo gitano en Europa. Esta importante recomendación fue elaborada por diversos profesionales expertos/as en racismo y antigitanismo, entre ellos el español Pedro Aguilera, que fue representante de España en ECRi durante varios años.

Se trata de una Recomendación clave para entender que los ámbitos de lo que solemos denominar “la inclusión social de la comunidad gitana” (empleo, educación, salud, vivienda) no pueden ser abordados independientemente de ese factor subyacente que es el antigitanismo, un factor que atraviesa todos esos ámbitos, lo que impide el pleno ejercicio de la ciudadanía de los gitanos y gitanas, y que está fuertemente arraigado en las sociedades europeas desde hace siglos.

Este análisis de ECRI nos permite proponer un cambio de enfoque en las políticas sobre el pueblo gitano, ya que se centra en desvelar las causas y los efectos de la discriminación y de los delitos de odio; este cambio de enfoque supone dejar de hablar de la “cuestión gitana” (una expresión que pone el acento en la comunidad gitana, lo que supone una cierta culpabilización de la misma), para pasar a hablar de “la cuestión del antigitanismo”, que es donde reside el verdadero problema; se trata, según este enfoque, de localizar en la sociedad mayoritaria esos procesos de exclusión y de discriminación, y de invertir muchos más esfuerzos en educar a la sociedad mayoritaria para desmantelar los prejuicios y estereotipos que mantiene sobre el pueblo gitano.

 

Javier Sáez
Técnico del Departamento de Igualdad y No Discriminación de la FSG
Ex-consejero del Representante Especial del Secretario General
del Consejo de Europa para asuntos del Pueblo Gitano